sábado, 30 de diciembre de 2006

Algo más alegre



Me encantan estos dibujos, me encanta este artista. Se llama Lui Liu, y supongo que con ese nombre, aunque no me gustase tanto también le tendría cariño. Es gracioso. Bueno, realmente no lo es tanto.

Me hace gracia que de alguna manera tenga relación con Canada. Como Cronenberg. Supongo que el abono que usan allí para la imaginación es especial.

Esas piezas me recuerdan a los pequeños trozos de vida, a los recuerdos inolvidables que construyen el suelo que pisamos. Tantos momentos especiales que perfilan un suelo inacabado pero lindo en el que uno puede andar descalzo, casi desnudo. Un espacio privado dibujado a retales sobre un fondo oscuro.

La inocencia de una vida que es un juego. Me gusta pensar que construirse el propio espacio no es albañilería, que conlleva la alegría de jugar la propia vida infinitas veces con piezas que saltan a nuestras manos. Imagino que algunas de las piezas son para siempre, uno no puede desprenderse de todas a la vez sin caer. Otras sin embargo vuelan. Tal vez dejen un agujerito en el que tropezar pero no por ello deslucen el conjunto. Me da lastima pensar que haya piezas que hayan volado ya, igual que me preocupa ser una pieza voladora en el puzzle de otros. Pero eso es la vida.


A partir de ahora voy a intentar no pelearme tanto con la vida, supongo que hay piezas que simplemente no encajan. Por más que uno quiera encajar en otros puzzles sólo estropearía el conjunto. No quiero eso. Quiero ser una pequeña pieza sin importancia, de esas que como no molestan todo el mundo está dispuesto a incluir en su vida. Así podré recrearme en la belleza de la vida de los demás y construir mi puzzle de recuerdos. Ya tengo muchos, ojalá ninguno vuele. Estoy seguro de que me regalarás muchos más pero mientras tanto, gracias por haber llenado mi vida de colores.

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Soledad II

Siento haber tardado tanto, estas palabras corresponden a la anterior soledad. Lo que pasa es que no quería demorarme en la publicación del dibujo de Magritte. Sinceramente, no pensé ni que el dibujo fuera sólo un dibujo ni que se comentara solo. En absoluto. El dibujo no es mío, por lo que, si lo quería hacer hablar con mis palabras tendría que añadir algo. Pero estas fechas son muy malas. Incluso para las soledades.

Me explico, estamos en fechas donde nadie quiere sentirse solo. Nos encontramos, chocamos, mezclamos, apilamos. Parece que cuanto más acompañado esté uno menos solo está. Por eso titulé la entrada soledad y no solo. La soledad es un concepto, algo más profundo, algo que no se confunde con un estado de cosas. Soledad es besar a alguien con labios prestados, soledad es llamar a un teléfono que comunica. Soledad es abrazar el vacío. Todos tenemos gente junto a nosotros, pero lo importante, no es que tenemos gente sino a quién y cómo tenemos.

Por mi parte sigo jugando al escondite, la persona que debía buscarme sigue sin encontrarme. Quienes pueden combatir mi soledad hace tiempo que desertaron. Veo pasar cuerpos que me recuerdan a amigos, a amores...pero los míos ya no habitan allí. Lo cotidiano, lo familiar, los "siempres" y "para siempres" han hecho las maletas y no hay señales de sus cartas. Navego ausencias, paseo adioses. Las cosas ya no están donde solían. Ya no somos bienvenidos. La triste soledad de tener que pedir permisos, la amarga soledad de taximetros que miden nuestros intentos por no estar tan solos.

Ni soy poeta ni lo quiero ser. Mis palabras pueden juzgarse infinitas veces y de infinitos modos. Pero son lo único que me queda. Palabras lanzadas a un vacío que no me reconoce. No siempre estuvimos solos, la soledad no siempre la tomó con nosotros. Pero entonces, quiero pensar que no nos olvidamos de quienes sí lo estaban. Júzgame si quieres. Hace tiempo que no espero ni una mano tendida, ni un elogio, ni una sonrisa. Vuélveme la espalda, no es culpa tuya, además, todo el mundo tiene sus problemas. No me rescatéis, no lo necesito, mi soledad es vuestra condena.

lunes, 25 de diciembre de 2006

sábado, 23 de diciembre de 2006

Sin Palabras

Antoine de Villiers

Echarte de menos

Tiene sentido, después de Nietzsche, Munch. Parece que no soy tan snob porque, de lo malo malo, me he controlado y no he puesto "el grito". Pero, la verdad es que estoy aquí sin desearlo. Realmente, buscaba un desnudo de otro tipo (lo intenté con Delvaux o Freud, tal vez Matisse). Quería un cuerpo alegre que reflejara nuestra inocencia cuando pasabamos sin ropa frente a la mirada del otro. Un dibujo que me hiciera revivir la satisfacción de mostrarse sin tapujos, la feliz excitación sin componente sexual.

Recuerdo cuando tu cuerpo desnudo dejó de ser un problema, cuando correteábamos por los pasillos, solamente con unos calcetines. El placer de ser lo que eramos, de compartirlo, de no tener que esconderlo. Supongo que esos desnudos eran un símbolo de otra cosa. No se me mal entienda, el deseo existía, pero era algo ¿espiritual?. Quiero decir que lo que desnudábamos era nuestra alma aún más que nuestros cuerpos. Me estoy liando, no es nada místico. Simplemente hablo de la total ausencia de cargas. Nosotros dos, solos, reducidos a la mínima expresión mientras escapábamos al resto del mundo. Instantes eternos.

Pero todo eso pasó. Los instantes se han perdido y cuando nos juntamos ya no podemos desnudarnos. Llevamos, ambos, todo un mundo de pesos, de quejas, de reproches, de dolores. Por eso esta Madonna. Un dibujo del pintor de la angustia. La angustia que provoca la ausencia, tu pérdida. En cierto modo "el grito" no es más que el reverso de este desnudo perdido. Un cuerpo que se difumina en el silencio de la memoria. Un rostro que cambia gesto por mueca, indescifrable, insondable. Unas manos que ya no se avalanzan para abrazarme.

Te echo de menos. Echo de menos verme con tus ojos. Sueño con desnudarme otra vez junto a ti. Echo de menos que me eches de menos.

jueves, 21 de diciembre de 2006

Un señor con bigote

...me parece indispensable decir quién soy yo. En el fondo sería lícito saberlo ya: pues no he dejado de <> de mí. Mas la desproporción entre la grandeza de mi tarea y la pequeñez de mis contemporáneos se ha puesto de manifiesto en el hecho de que ni me han oído ni tampoco me han visto siquiera. Yo vivo de mi propio crédito; ¿acaso es un mero prejuicio que yo vivo?(...) En estas circunstancias existe un deber contra el cual se rebelan en el fondo mis hábitos y aun más el orgullo de mis instintos, a saber, el deber de decir: ¡Escuchadme!, pues yo soy tal y tal. ¡Sobre todo, no me confundáis con otros!
E
cce Homo, Prólogo, 1.

martes, 19 de diciembre de 2006

Un dibujo

Soy un snob. Al menos eso pensaría no hace tanto tiempo de mí mismo. Repito cliches que tanto he criticado pero, en cierta manera, no me importa. Dicen que cuando estás enamorado es cuando los temas más vacios de la radio cobran sentido (¿será por eso que me gusta Nena Daconte o, simplemente, porque poco a poco renace el hortera que habita en mí?). Supongo que cuando tocas fondo pasa algo parecido, cualquier forma de traición a uno mismo se convierte en un intento de salvarse.

Digo esto porque poner un dibujo de De Chirico es previsible, vulgar incluso. Es un intento cualquiera de diferenciarme cayendo en el tópico de quienes no quieren caer en tópicos. A pesar de todo me gusta. Aunque el título no tenga nada que ver con lo que yo veo. Ante mis ojos se levanta una realidad perdida: el hogar como otra persona. Esas casas que conforman una ciudad perdida confundiéndose con el cuerpo. Caminos por los que pasear que no son más que caricias en las que perderse. Vientres que son lechos en los que descansar más allá del tiempo.

No busco compasión ni fácil añoranza. Todo eso quedo atrás. Grecia fue nuestra época de esplendor. Descubrimos juntos el mundo, pero el tiempo terminó por olvidarnos, ahora soy ruina acechada por extraños visitantes. Ninguna foto ni ningún recuerdo hará que nuestras palabras perduren ya que, solamente, queda tiempo para las cicatrices.

lunes, 18 de diciembre de 2006

Dogville

El otro día la 2 me regalaba Dogville. Y me dio qué pensar. En los blogs parece que uno debe dedicar espacio a sus gustos. Von Trier no lo es, es más uno de mis fantasmas. Por eso, me parece pretencioso dedicarme a ensalzarlo como un devoto. La cuestión no debiera ser comentar la película, queda lejos de mis capacidades. Sin duda tiene sus virtudes, aunque si este espacio es mío (mejor, nuestro) la cuestión sería, más bien, vislumbrar quiénes somos cuando estamos ante la película.


¿En qué lugar me coloca esa "peli mazo rara" (las palabras son de un alumno) ? Supongo (últimamente tengo la sensación de suponerlo todo como si ya no existieran certezas) que es un espejo en el que no me gusta mirarme. Me siento extraño ante esos personajes, incómodo ante la obligación de enfrentarme a mis propias sombras. Nadie es realmente malo, pero todos hemos cruzado alguna vez las fronteras de Dogville. La tentación de aprovecharnos de quienes podemos hacerlo. El pecado de perdonar lo que no nos consentimos a nosotros mismos. Abandonar el barco que se hunde sin esperar a mujeres y niños.

La soledad es algo que no resuelven las casas sin paredes. Podemos pintar fronteras en el suelo, imaginar que en el espacio que habitamos no cabe el mal, soñar que tendremos lo que merecemos, que nuestro egoísmo es justicia. Cuando reviso la película me confunde el hecho de no poder identificarme con ninguno de los personajes...aunque en todos encuentre cierto aire de familia. Tengo la sensación de que el protagonista no es una mujer sino una idea. La idea de la soledad, la del vacío, la del mal creciendo por los resquicios de nuestras debilidades.


Una fábula sin moraleja, eso es la vida la vida en Dogville. La imposible redención del pecado. La vida como un perverso cuento donde todos acabamos traicionando lo que eramos. No es realista, dicen quienes la ven. ¿No? Puede que para algunos eso sea un ataque. Todos ellos aduladores de lo que hay ante sus ojos, profetas de la mirada, no son capaces de ver lo que nos constituye: nuestros sueños, nuestros deseos. Peores son aún, quienes consideran que por fantasiosa es mejor. Seguimos siendo esclavos de una imaginación marchita, seguimos estancados en una noción de REAL que no sirve para nada. Las ideas, las intenciones, los conceptos son las que nos hacen reales, las que consiguen que seamos "alguienes" sin necesidad de ser nadie.

domingo, 17 de diciembre de 2006

b.z.t (bihotz zati txikiak)

  1. Nire burua ikusten dut,zuribgira.Urruntik.Ezinean.Sqra ezineko sprantzarn zain.Anzoaz,zu,lasai,astiro,nabari z duzun bgiradarngandik ihesi.bhin urbil izan zintudan
  2. Batzutan sprantzak elikatzen nau,bstetan sprantza ezak,baña argi daukat bti,nere maitasunak ez lukeela ezer aldatuko.Je t´aime mais je sais que c´est pas trop.
  3. Maitasunari bgiak izten saiatu naiz,dna dn nekez aantziko ditut zure keinu ta mugimenduak.Naiko izanzenbgiradabatkinzure irudia ezin aazteko.Tamalez mait zaitut.
  4. Zenbat aldiz maitmindu naizzutaz,ezin dut ia gogoratu.Orrenbst aldiz saiatu naiz zure irrifarrazaazten.Alere,=da,bata zein bsta n ezintasunarenadierazpn baitira

viernes, 15 de diciembre de 2006

Un maldito

Sobre mi pescuezo sin armadura y sin odio, mi pescuezo
Que mi mano más ligera y grave que una viuda
Acaricia bajo mi collar, sin que tu corazón se conmueva,
Deja a tus dientes depositar su sonrisa de lobo.
Oh ven mi bello sol, oh ven mi noche de España,
Alcanza mis ojos que mañana habrán muerto.
Alcanza, abre mi puerta, entrégame tu mano,
Llévame lejos de aquí hasta alcanzar nuestro campo.
Pueden despertar el cielo, florecer las estrellas,
No las flores suspirar, ni de los prados la hierba negra
Acoger el rocío donde la mañana va a beber,
La campana puede sonar: sólo yo voy a morir.
¡Oh ven mi cielo rosa, oh mi canasta rubia!
Visita en esta noche a tu condenado a muerte.
Arráncate la carne, mata, trepa, muerde,
¡Pero ven! Deposita tu mejilla junto a mi redonda cabeza.
No hemos acabado aún de hablarnos de amor.
No hemos acabado aún de fumar nuestros Gitanes.
Podemos preguntarnos por qué las Cortes condenan
A un asesino tan bello que hace el día palidecer.
¡Amor ven a mi boca! ¡Amor abre tus puertas!
Atraviesa los pasillos, baja, camina ligero,
Vuela en las escaleras más ágil que un pastor,
Más propicio al aire que un vuelo de hojas muertas.
Oh atraviesa los muros; si hace falta camina en el borde
De los techos, de los océanos; cúbrete de luz,
Usa la amenaza, usa la plegaria,
Pero ven, oh mi fragata, una hora antes de mi muerte.

Jean Genet

¿Por qué otro blog?

Ya estamos aquí. Este blog nace como un juego. El del escondite. La esperanza de que me busques, la fantasía de que sepas encontrarme. En resumidas cuentas, sueño con que busques mis palabras, con que algún día sean las tuyas, las que te falten. Ese día mis palabras dejarán de buscarte a tientas en el vacio. Mientras tanto los ecos de mi nostalgía se perderán en la oscuridad. Te espero.